No soy valiente. Y no lo necesito.

domingo, 25 de octubre de 2015

Hace poco me dijo mi madre que me tomaba la vida demasiado en serio. Y a mí, siguiendo la regla número uno que dice que toda hija debe llevarle la contraria a su madre, no se me ocurrió otra cosa que irme a un parque de aventura a colgarme en los árboles y lanzarme por tirolinas. 

Yo pensaba que con esto le demostraría a mi madre que estoy mu loka y soy una tía way. Nada más lejos de la realidad. Mientras lloriqueaba y gritaba como Tarzán, me di cuenta de una cosa que ha estado rondándome estas últimas semanas. 

NO SOY VALIENTE. 

Al principio pensé que después de este descubrimiento ya nada tendría sentido. ¿Cómo iba a enfrentarme a la vida sin valentía?
No sé si por mi salud mental o porque realmente es así, he llegado a una conclusión que me tranquiliza bastante:

NO NECESITO SER VALIENTE. 

Así es. No todos somos iguales. Ni falta que hace. 

Analizando un poco mi vida (¿a esto se refiere mi madre con ser seria?) me he dado cuenta de que cuando me ha faltado valentía he tenido otras cualidades que me han ayudado. 

- Me fui a Islandia en tienda de campaña no por valiente, sino por inconsciente. 
- Estuve un mes en un orfanato indio no por valiente, sino por las ganas que tenía de entender este mundo. (Me volví con más preguntas que respuestas, y tampoco he conseguido contestarlas en un segundo viaje). 
- Comparto mi vida y mis pensamientos en un blog no por valiente, sino porque me ayuda a ordenarme. 
- Vivo en Bilbao no por valiente, sino por amor. (hace falta mucho amor para irme de mi adorado pueblo a Bilbao)
- Lancé una colección de sujetadores no por valiente, sino por la ilusión que me hacía que alguien pudiera tener parte de mi trabajo. 
- Hice el Camino de Santiago sin entrenamiento no por valiente, sino por... bueno, todavía no se porqué lo hice... 


Después de este análisis me he dado cuenta de que no hace falta ser una superwoman. Hay que lanzarse aunque te tiemblen las piernas y dejar de creerse esas milongas que nos cuenta que la vida es para los valientes. Si no eres valiente, seguro que de alguna manera encuentras la fuerza que necesitas.

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón. El truco no está en cambiar la forma de ser, ni en pensar en positivo, ni en esas mandangas, sino en buscar los métodos que mejor nos funcionan y en hallar apoyo a nuestro alrededor. :-)

    Un muxu!!!

    ResponderEliminar

¡Gracias!