Hoy rompo el pacto que hice en Islandia.
En la segunda línea de mi curriculum, después de "Inglés fluido, casi nativo" pone lo siguiente: "Soy muy sincera y amiga de mis amigos"
Son valores que cualquier empresa quiere en su plantilla pero tengo que confesarte algo, hoy voy a ser muy sincera pero poco amiga de mis amigos.
En Islandia hicimos un pacto: Nunca diriamos a nadie que la acampada es dura y que una noche nos acojonamos por el viento que hacía y cogimos una habitación en una gasolinera. Lo siento, he roto el pacto.
A nuestro favor diré que la última noche flojeamos un poco y nos planteamos dormir en un B&B. Tras un largo debate de equipo, optamos por dejarnos arrastrar por el más temerario y lanzarnos a la aventura. Fue una de las mejores decisiones del viaje.
Acabamos a última hora en una granja preciosa acompañados de cabras, gallinas y caballos. Yo me agobié porque no teniamos cena pero mis amigos son muy amigos de sus amigos (ellos sí) y atracaron una gasolinera para comprarme perritos calientes. ¡Qué sería de Islandia sin las gasolineras!
Pasamos una buena noche, ducha caliente y uno de los mejores desayunos del viaje.
A veces hay que dejarse llevar por el espíritu aventurero y arriesgarse a lo que puede venir, seguro que algo bueno nos espera.
**Te espero el próximo martes con nuevo post sobre nuestro viaje a Islandia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias!